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6 maneras de como edificar a mi Cónyuge

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Goza de la vida con la mujer que amas, todos los días de tu vida fugaz que él te ha dado bajo el sol, todos los días de tu vanidad, porque esta es tu parte en la vida y en el trabajo con que te afanas bajo el sol. Eclesiastés 9:9

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La invitación en este pasaje bíblico de Eclesiastés es a disfrutar una sana convivencia con mi cónyuge y no vivir una vida de infelicidad; y además nos sugiere que sea constante, todos los días de nuestra vida. Ese debe ser un objetivo primordial en nuestros matrimonios sobre el cual hay que trabajar y tomar acciones intencionadas a dicho propósito.

 

Normalmente escuchamos frases dentro del matrimonio como estas: “pero yo soy muy buena esposa, le lavo su ropa, le tengo su comida lista cuando llega del trabajo” o “yo soy un buen proveedor, a mi familia nunca le falta nada”. Sin lugar a dudas que esas acciones dadas con amor son más que importantes y que a veces están bien definidas como roles dentro del matrimonio según las circunstancias. Pero es importante entender que eso no basta para fortalecer y edificar mi matrimonio y a mi pareja, sino que debe haber actitudes, comportamientos, gestos que cumpla el propósito esbozado en el título de este estudio. Sobre todo un elemento importante y que será abordado aquí, es la concepción de un matrimonio según el propósito de Dios. Creemos en que urge darle a Dios el lugar que merece dentro de nuestros matrimonios,  como ente unificador de todas las diferencias y como el que nos enseña un estilo de vida que nos permite la sana convivencia. La Palabra del Señor dice en Salmos 127:1 “Si el SEÑOR no edifica la casa, en vano trabajan los que la edifican; si el SEÑOR no guarda la ciudad, en vano vela la guardia.”


 A lo largo de este estudio trataremos de comprender 6 formas de como edificar a nuestro cónyuge, en el entendido que existen muchas más; y que puedo identificarlas con solo preguntarnos ¿estoy consciente  que mi vida matrimonial no se vive al azar y que requiere voluntad para crecer?  Nosotros como Ministerio de Matrimonios (Matrimonios de Pacto) esperamos que pueda ser de bendición para cada lector.

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La omisión en el matrimonio

Observemos el siguiente video:

Hagamos una analogía entre el vídeo y lo que pasa al interno de nuestras familias. La hormiga cuando es invadida por este hongo, queda a la merced de este y es llevada a un lugar donde el invasor necesita, buscando el medio idóneo para su reproducción. La hormiguita se aferra a la rama con sus manos y su mandíbula y  ya en esa posición el hongo toma posesión y muere. Luego este hongo tan virulento esparce sus esporas contaminando a los demás.

En ocasiones  uno de los dos o ambos cónyuges es invadido por sentimientos negativos, por actitudes nocivas y cualquier cosa contraria a los valores morales y espirituales básicos. Algunas veces motivado por resentimientos y diferentes sentimientos. Estos problemas de convivencia perseveran en el tiempo y no se les da la atención debida. Al punto de que la persona y el matrimonio es llevado hasta donde el problema y el enemigo quiere que estén, quizá a un punto de no retorno o de muchas heridas difíciles de tratar.  Y ya en esa posición nos aferramos al capricho y el orgullo como la hormiga a la rama y preferimos que nuestra relación muera antes de hacer algo.  Luego de estar en esa posición las esporas del odio, el rencor, las agresiones, gritos, insultos y más invaden a todos los que nos rodean, lo preocupante es que en muchas ocasiones son los hijos e hijas.

Entendemos por Omisión a la abstención de hacer o decir algo. También es una falta, un descuido o una negligencia por parte de alguien encargado de realizar una tarea y que no la realiza.

Debemos replantearnos nuestra posición y analizar si estamos omitiendo o siendo negligentes y dejamos pasar problemas que se quedan sin resolver en el tiempo.

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Abraham y la omisión

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Para analizar un poco más el  problema de la omisión y sus efectos negativos en el matrimonio vamos  a hacer un recorrido por la vida de Abraham y Sara. No hay duda que Abraham representa el Padre de la Fe, su inquebrantable fe en Dios lo hizo merecedor de un reconocimiento especial por nuestro Creador. Pero hubo ciertos episodios en su vida conyugal con Sara de cuales debemos aprender para no caer en el mismo error de la omisión.

 En Génesis 16:1-5 se relata un problema que se daba en este matrimonio, Sara por propósito de Dios era estéril, pero era evidente que ella sentía dolor por esa condición y le propone a su esposo tomar a su sierva Egipcia Agar para poder consebir un hijo. Y sale de su corazón la propuesta y le dice “tal vez así tendré un hijo tuyo” se denota como ella advierte de un problema y no lo deja sin darle una solución. Su esposo Abraham acepta la propuesta, pero cuando Agar queda embarazada se burla de Sara. Ella acude a Abraham y le culpa de la situación. En el capítulo 16:5 de Génesis lo podemos ver y a continuación lo veremos con una traducción al lenguaje actual.

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  • Entonces Sarai le reclamó a Abram: tú tienes la culpa de que Agar me trate con desprecio. recuerda que fui yo quien te la entregó. ahora resulta que como está embarazada, se siente superior a mí. por eso dios habrá de castigarte.

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En el  versículo 6, Abraham responde diciendo:

“Agar está en tus manos has con ella lo que tú quieras”

En virtud de que la respuesta no es satisface a Sara se desencadena una disputa entre ella y su sierva al punto que Agar decide huir. El no atender el problema como corresponde dio pie a otras situaciones. Más adelante, en el Capítulo 20 de Génesis podemos encontrar otra historia en donde Abraham y Sara salen de su tierra y habitan como forasteros en otras tierras. A petición de Abraham hacen un pacto en donde Sara tenía que presentarse como hermana, esto porque su esposo tenía miedo que lo mataran a causa de la belleza de ella.

No puedo imaginar lo difícil que fue para ella y más aún cuando Abimelec el Rey Gerar la toma como esposa. Como hermana o como esposa la perdió,  pero el salvaba su vida. Esto toca las fibras más íntimas del corazón, gracias a la misericordia de Dios el problema es resuelto al revelarle en sueños esta situación al Rey. La omisión no debe ser una práctica dentro del matrimonio, los problemas deben ser atendidos. Esta historia termina de buena forma, ya que la promesa de muchas generaciones era entre Abraham y Sara y no con Abimelec, Dios protegió la promesa. Al igual de la promesa que hay en tu matrimonio, no debes omitir, si no luchar por esa promesa es con tu cónyuge que será efectiva no con nadie más.

Hay algunas prácticas sanas que podemos hacer y no omitir, las cuales describiremos a continuación.

6 maneras de como edificar a mi cónyuge.

 

a- Decida no criticar a su cónyuge con palabras o acciones

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Mateo 7:1-5

No juzguéis, para que no seáis juzgados, porque con el juicio con que juzgáis seréis juzgados, y con la medida con que medís se os medirá. ¿Por qué miras la paja que está en el ojo de tu hermano y no echas de ver la viga que está en tu propio ojo? ¿O cómo dirás a tu hermano: “déjame sacar la paja de tu ojo”, cuando tienes la viga en el tuyo? ¡Hipócrita! saca primero la viga de tu propio ojo, y entonces verás bien para sacar la paja del ojo de tu hermano.

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Es triste ver como cada día muchos matrimonios se rompen porque se lastimaron demasiado con juicio y críticas mutuas constantes.

Este pasaje de Mateo, nos hace referencia a que con la misma manera de como yo mido o juzgo  así seré medido. Detengámonos un momento ahí, para hablar de algo que se llama Esquema de valores y creencias.  El pasaje nos puede hacer notar que así como yo juzgo a otra persona por su forma de ser, sus costumbres o sus creencias de igual manera puedo ser juzgado por lo mismo. Cuando crecemos lo hacemos en un entorno muy particular de costumbres, valores y creencias, que no necesariamente será igual que el de mi pareja. Pero no necesariamente está mal, solo diferente. Pero esto va en ambos sentidos. No existe la crítica constructiva, la crítica siempre destruye, el que crítica hace juicios de valor sobre costumbres o creencias, prácticas que no comparte, porque no se parece a la manera como él fue formado. Eso no quiere decir necesariamente que este mal.  Aquí es muy importante la comprensión.

El punto aquí es que no debes reprimirte y no decir lo que no te parece, si no buscar las palabras  y la intención adecuada. No uses expresiones como “Yo soy así y así moriré” cuando vas a criticar piense en cuál es el propósito de la crítica, si es de mejorar la situación o solo puntualizar en el problema. Efesios 4:22  2 Corintios 5:17 estos textos bíblicos nos invitan a vivir una vida nueva en Cristo y someter nuestras vidas a su esquema de valores y creencias para unificar el esquema de ambos en uno solo, el correcto y vivir según lo que Dios ordena. Recuerde que una palabra hiriente puede causar mucho daño, si tomas una hoja de papel y la arruga jamás podrás volverla a su estado original. Eso puede hacer la crítica en el corazón de tu cónyuge.

  1. Elogie permanentemente con palabras a su cónyuge

Cantares 5:10-16 Nos muestra un “manual para piropear” hablando en buen Tico. Vemos como la esposa alaba a su esposo con palabras muy hermosas. Que bien se siente cuando nos hacen ver nuestras virtudes y más aún cuando vienen de la persona que amamos. Pero ¿Por qué es importante elogiar a nuestro cónyuge?

  • Nos hace sentir amados: Nos hace sentir apreciados, especiales, amados y nos motiva para ser mejores. Por otro lado, es mejor dar que recibir elogios: hace más fuerte la relación y enfoca la atención en lo mejor de tu pareja. Para ello observa lo que hace bien el otro, cuando hace un esfuerzo para mejorar las cosas

  • Eleva nuestra autoestima: Cuando recibimos elogios crece nuestra autoestima y confianza en nuestros talentos y habilidades. Así podréis ayudarnos  mutuamente a llegar a conseguir vuestras metas o simplemente alegrar un mal día. Unas palabras de aprecio y admiración nos animarán a enfrentarnos con nuestros desafíos y a trabajar como un buen equipo.

  • El elogio crea un frente común. El beneficio del elogio tiene dos caras: no unifica tanto por dentro como hacia fuera del matrimonio. Es importante hacerlo tanto en casa como en público. Así los demás serán testigos de una relación fuerte y sana, percibirán nuestra unión, y nadie estará tentado a estropearla.

Dígale cuanto le ama, sea honesto, genuino y sobretodo específico en sus elogios. Dispóngase edificarle cuando habla. Sea de los que siempre tienen una palabra para estimular y  reconocer los bueno.

 

b- Tenga conversaciones efectivas con su cónyuge

Como seres humanos usamos el habla para crear o destruir relaciones, para transmitir nuestras emociones, deseos y frustraciones, el problema radica en que no nos han enseñado a conversar efectivamente. Pero que dice la palabra del Señor sobre el uso correcto de la palabra. Veamos estos pasajes de La Biblia:

La blanda respuesta quita la ira; más la palabra áspera hace subir el furor. Proverbios 15:1

El hombre bueno dice cosas buenas porque el bien está en su  corazón, y el hombre malo dice cosas malas porque el mal está en su corazón. Pues de lo que abunda en su corazón habla  su boca. Lucas 6:45

Colosenses 4:6 

6 Sea vuestra palabra siempre con gracia, sazonada con sal,  para que sepáis cómo debéis responder a cada uno.

 Note como nuestro Dios nos invita a que en el uso de la palabra exista la necesidad de buscar la intención y las palabras correctas.

En ese sentido buscaremos un modelo que nos permita direccionar una buena intención en la conversación, tener un propósito bien definido. Friedemann Schultz Von Thun, creó el modelo cuadrado de la comunicación, el cual permite una comunicación efectiva y trataremos a continuación de traducirlo a un lenguaje más sencillo que nos permita su comprensión:

cuadrado de la comunicacion 1.png

En el cuadro anterior, podemos ver como se muestran 4 momentos que deben de ser tomados en cuenta en la comunicación, en la información puntualizamos en el problema o tema a tratar. Ya se definir el conflicto o presentar una propuesta. En el momento llamado apelación, definimos claramente que queremos lograr con la petición o la conversación que tenemos. En la relación tratamos de entender y comprender a la persona y damos opciones. Entendiendo que lo que yo propongo y mi punto de vista no es absoluto. En el momento llamado información de sí, justificamos el objetivo de la conversación, decimos porque creemos importante y no es solo una petición antojadiza.  Si a esta visión ordenada le agregamos lo que dice Colosense 4:6 que leímos anteriormente será una conversación de mucho provecho. Veamos un ejemplo con los puntos anterior. Tenemos el caso de una esposa que se siente molesta porque su esposo, a su juicio, pasa mucho rato al teléfono especialmente en los momentos que son de familia. Y veremos según los cuatro momentos como podemos abordar la conversación para que sea provechosa.

veamos un ejemplo de una situación que se presenta, donde la esposa presenta una molestia por que considera que su esposa pasa mucho tiempo al teléfono y lo abordaremos desde la perspectiva anterior.

cuadrado de la comunicacion ejemplo.png

A continuación mostramos una guía de que hacer para tener una conversación efectiva.

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  1. Defina el objetivo

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Se debe tener bien claro lo que se quiere conversar y evitar tener una conversación a la deriva. Hay muchas cosas de que hablar, pero no se salga del objetivo que se planteó

Hágase estas preguntas

¿Para qué estás conversando?

¿Qué quieres lograr?

¿Cómo querés que termina la conversación?

 

 

2.  Defina el contexto

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Defina el lugar en dónde va a ocurrir la conversación. Elegir un mal lugar (ruidoso, con interrupciones) o un mal momento (con los hijos presentes) puede arruinar la conversación que tendremos.

Consejos

¿En qué día vas a conversar?

¿En qué lugar?

Elegí un contexto emocional óptimo

 

3. Comparta el objetivo

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Este es un buen momento para establecer las condiciones sobre las cuales ocurrirá la conversación. Por ejemplo, si estamos frente a una persona que sabemos suele levantar la voz al enojarse, podemos pedir no levantar la voz durante esa conversación

Consejo 

Compartí si hay algo que no te gustaría que ocurra por ejemplo, no gritemos, no abandonemos la conversación hasta no haber terminado

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4. Escucha activamente

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Una conversación no es un monólogo: es un intercambio de ideas, de opiniones. Entonces, no sólo debemos hablar sino, más importante quizás, debemos escuchar a nuestro interlocutor. La escucha activa demuestra respeto por el mundo del otro, interés por su forma de ver la realidad (aunque podamos no compartirla)

Consejos

Haga  preguntas a tu interlocutor: ¿cuál es tu punto de vista sobre este tema? ¿qué opinas de lo que digo?

Comprobá tu escucha.

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5. Negocie

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Una conversación no es una imposición de nuestro punto de vista, sino un momento para entender la visión de nuestro interlocutor tratando de llegar a un acuerdo en el que ambas partes salgan beneficiadas.

Consejo

Tenga claro que su posición no es absoluta y que la otra parte también tiene peticiones

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6. Establezca compromisos

Ya cerrando la conversación, debemos tener en claro que compromisos y acuerdos se generaron. Ambas partes deben entender las negociaciones que se llevaron a cabo y los pedidos que se generaron y aceptaron

Consejos

¿Qué vamos a hacer de ahora en más? ¿Cuál es el plan de acción para que ocurra lo acordado?

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c- Siempre manifiéstense cortesía el uno para con el otro

 

1 Tesalonicenses 5:15

Mirad que ninguno devuelva a otro mal por mal, sino procurad siempre lo bueno los unos para con los otros, y para con todos.

 

La cortesía, y la amabilidad son maneras de expresar amor y aprecio por el ser amado. No permita que la confianza y la cotidianidad desaparezcan esos dos elementos de la relación. Preocúpate por mantenerlos y cultivarlos ya que generan altos rendimientos en el amor, la intimidad y el ambiente de la familia.

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d- Dios el centro de nuestro matrimonio

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Para empezar este apartado debemos de hacernos la siguiente pregunta: ¿Vive Dios en mi matrimonio?, tal vez usted amable lector podrá responder a esta pregunta afirmativamente, pero el punto medular aquí es si Dios ocupa realmente el centro de nuestra vida con el compromiso que Dios demanda de nosotros. Si Dios es el marco por el cual se dirigen todas nuestras acciones, emociones y  decisiones en nuestro hogar. Veamos que dice el siguiente pasaje bíblico.

Salmos 127:1

Si Jehová no edificare la casa,    En vano trabajan los que la edifican;     Si Jehová no guardare la ciudad,     En vano vela la guardia.

Es evidente la necesidad de fundamentar nuestra relación matrimonial en Dios, para que sea Él quien nos oriente en la toma de buenas decisiones.

Imaginemos lo siguiente: una pareja se encuentran al pie de una montaña en posiciones opuestas, se encuentran separados pero empiezan su ascenso a la cima de la montaña. Entre más suben más se unen. Veamos el siguiente gráfico:

montaña.png
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El seguir a Dios de Corazón y servirle nos une como matrimonio

Podemos establecer una analogía. Un matrimonio está muy distante en su relación afectiva y conyugal, conforme empieza la búsqueda de Dios inician el ascenso en esa montaña. Como lo vimos en el apartado de la crítica, esa escala de valores y creencias se unifica y si respetamos y amamos a Dios lo podré hacer con mi cónyuge.

Por lo tanto tome en cuenta lo siguiente:

 

  • Seguir los consejos de Dios juntos nos ayuda en ese ascenso.

 

Isaías 48:17-18

  1.  Así ha dicho Jehová, Redentor tuyo, el Santo de Israel: Yo Jehová Dios tuyo, que te enseña provechosamente,  que te encamina por el camino que andas. 

  2.  ¡Ojalá miraras tú a mis mandamientos! fuera entonces tu paz como un río,  y tu justicia como las ondas de la mar.

Siendo aún un matrimonio cristiano enfrentamos muchos retos y problemas, no nos exime de esa realidad pero los principios y fundamentos que están en su palabra nos forma en la manera correcta de reaccionar y enfrentar la situación para que el resultado sea positivo.

 

  • La búsqueda de la santidad como objetivo en el matrimonio.

HEBREOS 13:4

  •  Sea el matrimonio honroso en todos, y el lecho matrimonial  sin mancilla, porque a los inmorales y a los adúlteros los juzgará Dios.

El texto no dice, Es el matrimonio honroso, dice “sea” como una invitación a que nuestras acciones sean en búsqueda de una santidad.

 

  • Reconozcamos que sin Dios no podemos

Proverbios 3:7-10 

  • No seas sabio en tu propia opinión; Teme a Jehová, y apártate del mal;

 

Es importante buscar ayuda, pero una ayuda real y fundamentada en los principios cristianos. Esto no desmerita otro tipo de ayuda profesional son importantes y deben contemplarse. No se ”ahogue sol”ponga a disposición sus criterio para que Dios le oriente sobre la manera correcta de actuar.

 

  • Ore por su cónyuge

 

Proverbios 3:7-10 

Por tanto, confesaos vuestros pecados unos a otros, y orad unos por otros para que seáis sanados.

La del justo puede lograr mucho. Ore en áreas específicas, Señor quiero que pongas en mi cónyugetemor a ti, Señor enséñale a ser paciente.

 

y mi pueblo sobre el cual es invocado mi nombre, y oran, buscan mi rostro y se vuelven de sus malos caminos, entonces yo oiré desde los cielos, perdonaré su pecado
2 Crónicas 7:14

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d- Aprenda a perdonar

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Leamos la siguiente historia:

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Una pareja andaba por el camino de Compostela. Un día tuvo un altercado y el marido le dijo a su mujer. Lo que me dices no tiene consistencia, verdaderamente eres una tonta, nunca comprendes nada. Ella, profundamente herida, escribió en la arena: “Hoy, mi marido me faltó al respeto”. Continuaron el viaje, y luego vieron un lago. Decidieron bañarse, pero la esposa se enfermó y estuvo a punto de ahogarse. Su marido la salvó en el último momento. Cuando ella volvió en sí, grabó en una piedra lo siguiente: “Hoy, mi marido me salvó la vida”. Éste le preguntó: Cuando te ofendí, escribiste en la arena, y ahora escribes en la piedra. ¿Por qué? Escribí en la arena mi tristeza para que los vientos del perdón borraran la herida. Grabé en la piedra mi alegría para que ningún viento borre nuestro amor.

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Observamos como el perdón tiene una connotación tan poderosa que tiene que ver con la libertad del espíritu. Como una necesidad para liberar el alma de tristezas y aflicciones y seguir a un siguiente nivel. Pero analicemos el perdón:

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¿Qué significa perdonar?

 

Su origen proviene del latín PERDONARE, que son dos palabras en una (per) para --- donare (dar). Por lo tanto, su significado es “Para dar”. El propósito del perdón es  Liberar a un ofensor de la culpa y restaurar la relación personal que existía ante de la ofensa.

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Si observamos el perdón es un regalo que se le otorga a otra persona. No hay nada surrealista  en el acto de perdonar, lo extraordinario está en que yo debo decidir perdonar, acabar con la ofensa, liberar a la otra persona de la culpa. Algunas personas dicen “yo jamás le perdonaré, necesito una confirmación del cielo para hacerlo, él o ella no lo merece”. Pero como vimos Es un acto de completa dádiva, un regalo por parte del que perdona y un regalo inmerecido pero necesario. Cuando perdono, me libero a mí mismo y luego al que ofendió.

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Efesios 2:8

Porque por gracia habéis sido salvados por medio de la fe, y esto no de vosotros, sino que es don de Dios; Así nos otorgó Dios el perdón, como un regalo y además inmerecido.

 

Veamos que dice 2 Corintios 5:19

Que dios estaba en cristo reconciliando consigo al mundo, no tomándoles en cuenta a los hombres sus pecados, y nos encargó a nosotros la palabra de la reconciliación.

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Fíjese la expresión, no tomándoles en cuenta su pecado. Si lo hubiera hecho no obtenemos esa dádiva. ¿Por qué nosotros si lo hacemos? Y lo ponemos como excusa para no perdonar.

 

El perdón es un mandato de Dios:

Hebreos 12:14-15

Procuren estar en paz con todos y progresen en la santidad...Cuídense, no sea que alguno de ustedes pierda la gracia de Dios y alguna raíz amarga produzca brotes, perjudicando a muchos.

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Es una ordenanza de Dios para ser salvos, pero también debemos hacerlo como un sentimiento que sale del corazón. Porque Dios reprende la hipocresía.

 

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¿Cuantas veces debo de perdonar?

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Mateo 18:21-22

Entonces se le acercó pedro y le dijo: señor, ¿cuántas veces perdonaré a mi hermano que peque contra mí? ¿Hasta siete?

22 Jesús le dijo: no te digo hasta siete, sino aun hasta setenta veces siete.

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El perdón es una necesidad primero para el que perdona, por eso el número que el Maestro da aquí, no es importante como número, si no para entender la necesidad de hacerlo constantemente como beneficio para mi libertad interior.

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Pero, es importante que la persona a la que se le otorga el perdón sea agradecido con su actitud y demuestre un cambio y no se dé la reincidencia.

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Lucas 17:3-4

3 Mirad por vosotros mismos. Si tu hermano pecare contra ti, repréndele; y si se arrepintiere, perdónale.

4 Y si siete veces al día pecare contra ti, y siete veces al día volviere a ti, diciendo: Me arrepiento; perdónale.

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Perdonar como ya lo vimos es necesario para mi libertad interior y para cumplir un mandato de Dios para nuestra salvación. Pero es importante entender que debo mostrar arrepentimiento cada vez que soy perdonado para obtener este beneficio, al igual que Dios lo pide  de nosotros.

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¿Quién debe pedir perdón?

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Mateo 5:23 dice

Por lo tanto, si estás presentando tu ofrenda en el altar y allí recuerdas que tu hermano tiene algo contra ti, 24 deja tu ofrenda allí delante del altar. Ve primero y reconcíliate con tu hermano; luego vuelve y presenta tu ofrenda.

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El acto de perdonar es un acto de humildad, en el cual no me interesa nada más que cumplir el propósito de Dios y sanar mi alma.

Pero, no debo esperar a que eso pase si estoy consciente que el error fue mi error el que causo la diferencia  y más aun dependiendo de su gravedad.

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¿Qué hago con el pasado?

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Se le debe Dar el lugar que merece, si sé que no puedo hacer nada con el pasado debo dejarlo allá donde pertenece.  No voy a vivir una vida miserable con algo que ya no puedo cambiar, pero si tengo un presente y un fututo con el que puedo trabajar para corregir los errores que causaron dolor.

 

Hebreos 10:17  dice:

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17 añade:
    Y nunca más me acordaré de sus pecados y transgresiones.

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Es el ejemplo que tenemos de nuestro Dios el cual debemos de imitar.

Puedo recordar, pero hacerlo sin dolor eso permitirá no reabrir las heridas.

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Job 11:16 dice:

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Y olvidarás tu miseria, O te acordarás de ella como de aguas que pasaron.

Dice que podemos olvidarlo o recordarlo como aguas que pasaron.

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Así que amigo lector, decida hoy perdonar es tu decisión y mucho va a cambiar a favor de su matrimonio.

 

Le hemos llevado a lo largo de algunos consejos de cómo podemos edificar a mi cónyuge y a nuestro matrimonio. Pero no lo tomes como una receta de cocina, debemos hacerlo con convicción conscientes de que al hacerlo tendremos una bendición especial sobre nuestras vidas.  Dios le bendiga

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Elaborado por:

Heiner Espinoza

Melissa Camacho

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